jueves, 17 de noviembre de 2011

¿Extrañas a alguien?

Te entiendo. Extrañas poder hablarle, verlo y decirle lo mucho que lo quieres. Extrañas poder abrazarlo, o simplemente saludarlo. Extrañas su rostro, sus risas, sus llantos. Su alegría que te contagiaba, su tristeza que te ayudaba a estar cerca de él.

Algunas veces, hasta lo llegamos a nombrar y luego nos acordamos que ya no está…
Sientes un vacío en tu corazón y un dolor en el alma, como si parte de ti se hubiera ido con él.

Te preguntas ¿por qué?, ¿por que él? que todavía le quedaba mucho por ver y aprender., todavía inocente, joven, que ni siquiera tenia un futuro planeado,  incapaz de lastimar a alguien.

Hoy es un ángel, que no deja de mirarte, que por más que ya no lo veamos, nunca se va. Que te guía e ilumina en todo tu recorrido.

Una sola cosa le quiero decir a ese ángel: que donde quiera que esté no se deje de acordar de mí y me indique lo correcto.

Te quiero. Te extraño.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Confianza

Poder sentir la seguridad de que esa persona a quien le cuentas todas tus cosas, nunca te va a dejar, que siempre que la necesites va a estar allí para aconsejarte y darte una mano. Que nunca te va a decepcionar y siempre va estar al lado tuyo.

   Esto si suena lindo y con estas cualidades parece que vale la pena confiar y entregarse a los demás…

   …Pero que hay de aquellos que en varias oportunidades confiaron todos sus sentimientos a esa persona que creían incondicional y luego la vida los sorprendió con lo inesperado. Luego de estos golpes nos sentimos desprotegidos, desilusionados, traicionados y sin esa persona que nos escuchaba, nos comprendía y le importábamos (o al menos eso creíamos)

   ¿Por qué cuesta tanto volver a empezar, volver a confiar, volver a creer? ¿Por qué ese miedo a que nos dejen, que nos mientan, que no nos cuiden?

   La clave esta en confiar en uno mismo. Poder sentir que sí podemos, que no estamos solos, que nuestra persona en el mundo sí es necesaria. No dejes que las personas se burlen de ti, que te manejen como si fueras un títere, que te dejen cuando quieran y vuelvan cuando te necesiten.
  
   Eres muy valiosa y si esa persona no lo notó, déjalo que se vaya. Si se presenta otra oportunidad, no la desperdicies, anímate a confiar y disfruta cada segundo de la vida.

   Eso sí, no dejes de estar preparada ante cualquier desafío, mantente siempre de pie y no dejes de perseguir tus sueños, porque recuerda…

Cada paso que das, por más pequeño que te parezca, es un paso menos para alcanzar tu meta!!!